
El torneo de ajedrez siguió un novedoso sistema de puntuación con la idea de primar las victorias y dar más valor a la combatividad; así, las victorias eran premiadas con tres puntos, las tablas con uno y las derrotas, obviamente, con cero. Además, estaba prohibido acordar tablas, sólo el árbitro podía decidir si una partida era tablas, bien por triple repetición de la posición, bien por jaque continuo o bien por tratarse de una posición de tablas teóricas.
Los enfrentamientos eran a doble vuelta, una partida con blancas y otra con negras, y competían todos contra todos con un ritmo de juego de 25 minutos por jugador más 10 segundos por jugada. Así pues, después de disputarse las diez partidas de ajedrez programadas, el vencedor, Xiangzhi Bu, terminó sumando 21 puntos después de sufrir tan sólo una derrota a manos de Judit Polgar y cuando ya se había proclamado matemáticamente campeón del torneo. El segundo lugar lo ocupó Sergey Karjakin con 17 puntos. Carlsen quedó tercero con 16 puntos, seguido por Polgar con 12, Topalov con 9 y Harikrishna con 6. Muy discreta la actuación de Topalov que, sin duda, era el principal favorito de este torneo de ajedrez a ciegas y quedó finalmente penúltimo. Los resultados de todas las rondas se pueden ver desde esta página de la web oficial del torneo.
Xiangzhi Bu, cuando contaba con sólo 13 años, se convirtió en el gran maestro más joven de todos los tiempos. El ajedrez estuvo prohibido en China durante la Revolución Cultural, hace cuarenta años, pero ahora es muy popular. De hecho, China ya se ha convertido en la primera potencia mundial en el ajedrez femenino y empieza a producir muy buenos ajedrecistas masculinos como Bu. Si la progresión de China se mantiene, considerando que se trata de un país con 1.300 millones de habitantes y que el número de ajedrecistas no para de crecer, creo que dentro de poco arrasarán en el circuito del ajedrez mundial.
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