Hace unas cuantas semanas comentábamos, al final del artículo sobre el I Campeonato Femenino de Ajedrez del Club Ajedrez Barcelona, que “Martín de Ortueta fue víctima, un año antes, ante José Sanz, de uno de los finales de partida más inverosímiles que nunca se han jugado sobre un tablero. Algún día hablaremos de ello.”.
Martín de Ortueta José Sanz
Antes de empezar, observemos bien las fotos de ambos protagonistas. Ortueta hace cara de buena persona, como si se le escapara una sonrisa, mientras que la de Sanz, ceñudo, da la impresión de pocos amigos. Yo creo que debería ser a la inversa, puesto que después de perder un final de ajedrez como el que veremos, y de la forma que lo perdió, debería ser Ortueta el que se le quedaba la faz como fastidiada. Porqué un final de esta índole únicamente se puede producir uno en cien años.
Ahora creo que ha llegado el momento de hablar de él, aunque José Luis Pérez ya lo hizo en su día en este artículo de su blog de problemas y en cuyo blog entraron una serie de comentarios acerca de tan maravilloso final. De todas formas José Luis Pérez introdujo unas variables en la posición del final, que a mi parecer, no coincidían con la partida real, y que ya comenté en el mismo blog y que también haré ahora.